La prensa azerí difunde nuevas amenazas belicistas del Ministro de Defensa Safar Abiyev, contra la República de Nagorno Karabagh formuladas ante el General Myles Deering, Comandante de la Guardia Nacional de Oklahoma. Mientras Armenia apoya las negociaciones de la OSCE, Bakú quiere tergiversar en el Consejo de Seguridad de la ONU la solidaridad con los armenio-sirios.

BAKÚ/ESTAMBUL (Fuentes diversas).- Según el diario azerí APA, el ministro de Defensa, coronel general Safar Abiyev, recibió al comandante de la Guardia Nacional del Estado de Oklahoma de los Estados Unidos, general Myles Deering y le informó “acerca de la situación actual política y militar en la región, subrayando que Armenia continúa con su política agresiva”.

Según el periódico, Abiyev dijo que “este país invasor, que no quiere regresar pacíficamente las tierras de Azerbaidján ocupadas por cerca de veinte años, anticipa la guerra día a día”, mientras que la labor del Grupo de Minsk de la OSCE, que desempeña un papel mediador, no arrojó resultados concretos. Según el ministro, en ese caso, Azerbaidján no puede hacer otra cosa más que liberar sus “tierras ocupadas”, fortaleciendo su ejército.

Por otra parte, otro periódico de Azerbaidján, News.az, puntualizó algunas declaraciones del diputado Jeyhun Osmanli al diario Gun.az. “Mi esperanza y mi convicción con respecto al problema de Nagorno Karabagh, es que con cada día que pasa, nos acercamos más a la solución del conflicto. Esto es porque el enemigo es testigo diario del potencial de Azerbaidján para resolver el conflicto en un corto período de tiempo”. Según el diputado, el conflicto será resuelto “cuando el enemigo esté totalmente convencido de que el potencial político-militar de Azerbaidján alcance el nivel de resolución del conflicto y dará un paso atrás cuando vea que Azerbaidján puede resolver el cuestión en cualquier momento”.

Osmanli cree que este día se está acercando, es decir, que diariamente “el enemigo” se da cuenta de la potencia militar de Bakú y el fracaso de la idea de “crear la Gran Armenia”. Además, agregó que Armenia está presenciando no sólo la pérdida de la guerra, sino también la pérdida de su condición de estado y de sus deseos históricos. “Puedo decir que cada paso, aunque el conflicto se mantiene, es a favor de Azerbaidján y, por supuesto, Armenia se da cuenta de que pierde de forma inequívoca. En otras palabras, creo que la parte armenia está buscando formas de salir del conflicto con el mínimo perjuicio, ya que se dio cuenta de que no saldrá de allí sin sufrir daños. Pero ahora piensa en la manera de reducir al mínimo esos daños”.

En Turquía también se escucharon alertas sobre una posible guerra. En la nota titulada “Reubicar a los sirios-armenios en Nagorno Karabagh podría provocar una guerra” firmada por Lamiya Adilgizi y publicada por el periódico turco Today’s Zaman, se cita por ejemplo a Rasim Musabeyov, diputado azerí, quien dice que “el reasentamiento de los armenios de Siria en Karabagh es un plan altamente provocativo por parte de Armenia y tiene como objetivo ganar espacio en la solución del conflicto”, respondiendo a un supuesto discurso (sin fuente) de “las autoridades de Karabagh ante jóvenes armenios”, donde se indicaba que “Karabagh está dispuesto a aceptar a los armenios de Siria y darles la oportunidad de estudiar en Artsaj de forma gratuita, así como también proporcionarles alojamiento”.

También se cita a Mehmet Fatih Öztarsu, investigador de una organización turca llamada Strategic Outlook, quien cree que el reasentamiento de personas de origen armenio en Karabagh es de gran importancia para Ereván, ya que la adaptación de los recién llegados en estos territorios y la provisión de sus necesidades básicas, los animaría a instalarse en la zona a largo plazo, reforzando así la posición de Armenia en las negociaciones de paz por el conflicto de Karabagh. “Incluso si el proyecto de reasentamiento no tiene éxito, el inicio ya es un paso firme”.

Elnur Soltanov, de la Academia Diplomática de Azerbaidján, opinó que el “reasentamiento de los armenios a lo largo del Cáucaso”, podría generar conflictos demográficos entre “armenios inmigrantes y azeríes locales”, algo que “derivaría en un conflicto armado en Nagorno Karabagh”, ya que, según Today´s Zaman, “los armenios mismos atribuyeron parcialmente su revuelta en los años ´80 al cambiante balance demográfico a favor de Azerbaidján en Karabagh”.

Para Zaur Shiriyev, editor del portal azerí Caucasus International, el reasentamiento “es una extensión de la estrategia destinada a aumentar las tensiones en la región”, aunque el gobierno no será capaz de llevar a cabo este proceso ya que “los armenios sirios que viven en condiciones relativamente buenas rechazan la noción de reasentarse en Armenia, donde hay una situación económica más difícil. En este caso, la propaganda de reasentar a los armenios de Siria en Karabagh podría ser una herramienta en la campaña de auto-reconocimiento”.

Mientras tanto, del otro lado, el ministro armenio de Defensa Seyrán Ohanian, declaró, según Armenpress, que “hoy tenemos un ejército que puede brindar la protección necesaria sin necesidad de recurrir a una tercera fuerza. Aunque la retórica de Azerbaidján insiste en que se va a resolver el conflicto de Karabagh por la vía militar, nosotros tenemos una respuesta distinta: el conflicto fue resuelto alguna vez por la vía militar, ahora necesitamos gestiones diplomáticas”.

Además, David Babayan, vocero del Presidente de Nagorno Karabagh, indicó al diario News que todavía no recibieron solicitudes de sirios-armenios para entrar a Karabagh, aunque indicó que el gobierno está “dispuesto a cooperar con nuestros compatriotas de Siria”.

Source : Diario Armenia